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Mostrando entradas de enero, 2016

LAS TEDIOSAS TRES (HORAS)

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Quizá un poquito exagerado el título, pero es que me ha dado juego para ello. Yo no soy un tarantiniano acérrimo, probablemente porque en general no soy muy ninguniriano. Pero echando la vista atrás, sobre todo a su última creación, yo esperaba más de esta última película, mucho más. O quizá no: mismo género, inmediatamente después, no presagiaba gran cosa, porque se puede esperar que utilice esta película para introducir en el celuloide lo que le quedó en el tintero de la anterior. Y ya se sabe, lo que quedó en mezclas no es probable que conforme un estupendo album. Además, uno se espera siempre una gran producción. Pero como pasó en aquella “Caza del Octubre rojo”,mucha expectativa de grandes recursos extraviada, o disimulada. La película comienza con grandes exteriores, pero al rato te das cuenta que es “el exterior”, porque sólo hay eso y una cabaña, donde se desarrolla toda la película. Con lo cual, la gran aventura cinematográfica esperable se aborta inmediatamente. Aunqu...

EL NIÑO Y LOS SORTILEGIOS

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No es porque lo digan Ada o Carmena, pero yo sí que puedo. Desde mi más sincero escepticismo, ya desde bien prontito, la vida dio un enorme giro argumental. Fue cuando me enteré de que los Reyes Magos no existían, gracias a algún graciosillo aventajado, probablemente en el cole, con la consiguiente suspicacia posterior y acechanza a tus padres, pillándolos in fraganti con los regalos, o descubriendo su depósito clandestino, a la espera de sacarlos la víspera, bien entrada la noche. En ese momento la realidad cambia, porque la fantasía deja de formar parte de ella, y se convierte todo en un cuento barato. De pronto te asaltan todas las dudas con el vértigo de la soledad: la infinitud del espacio, la inabarcabilidad del universo, la frialdad y la angustia de la muerte…., porque ya todo deja de tener explicación y, sobre todo, solución. Desaparecen los encantamientos, los embrujos, los sortilegios, y, por qué no, los milagros. Ya no hay ilusión. Ya no queda sitio para la esperan...