Entradas

Mostrando entradas de abril, 2023

Adagio: Clara y Robert

Imagen
Giacomo Trecourt - Lord Byron en la costa del mar helénico   Robert Schumann (1810-1856) responde al retrato típico de artista romántico. Literato, compositor, crítico musical, amante apasionado en su juventud -libando entre florecientes Lidys y Nannis-, trastornos de personalidad, con episodios de desaforado entusiasmo entremezclados con otros de abúlicos ensimismamientos. Pero lo que determinó su vida y su creación fue, sin embargo, el amor conyugal. Nada hacía presagiar esta gran aventura vital cuando creció entre los anaqueles de la librería de su padre en Zwickau, donde aprendió a sumergirse en el hábito de la lectura. Fue él quien percibió dotes artísticas en su hijo y pronto le facilitó clases de piano. Vivió, pues, bajo un gran influjo musical y literario en su infancia, no estando seguro el mismo joven de cuál podría ser su senda, hasta que acudió a los 16 años a un concierto del famoso pianista Moscheles, del que salió encantado. Pero su padre murió entonces, y su pragmá...

Adagio: Segunda sinfonía de Rachmaninov

Imagen
Konstantín Makovski - Boyarina en la ventana   Pasamos a otra obra de un lirismo desmesurado, de una enorme elegancia melódica, que, no obstante, acudió a la inspiración del compositor, Sergei Rachmaninov (1873-1943), en un momento de dudas y baja autoestima, principalmente por el fracaso de su Primera Sinfonía. Y a pesar de haber compuesto en el tiempo entre esa y la que nos ocupa su Concierto nº 2 para piano, que le valió un 2º Premio Glinka en su Rusia natal. Quizá lo determinante fue alejarse del enrarecido, sobre todo políticamente, ambiente ruso de la Revolución de 1905 y viajar hasta Alemania, lo cual le permitió, por añadidura, relajar su intensa actividad interpretativa como director. En este nuevo sosiego encontró inspiración para su otra obra comentada en este viaje, La isla de los muertos , y esta otra, Sinfonía nº 2 en mi menor, Opus 27 . La Revolución de 1905 fue un anticipo de la más conocida y determinante de 1917, y fue un aviso al zar Nicolás II , que desgraciada...

Adagio fantastico (de Vaughan Williams)

Imagen
Caspar David Friedrich - Mar de hielo Una nueva obra cuyo conocimiento asocio al cine, pues fue usada por Gonzalo Suárez para su poética película Remando al viento , que es donde la escuché por primera vez. Ya hablé profusamente de ella en otra página de mi blog, relacionándola con el tema nucleario de toda la entrada, que fue la creación de Frankenstein , por lo que te dejo el enlace a continuación. https://alacenayalma.blogspot.com/2018/02/frankenstein.html Pienso que probablemente, y dada la temática de la novela y su inicio en aguas polares, el director se vio atraído por varias composiciones del autor, el británico Ralph Vaughan Williams (1872-1958), que presentaban títulos sugerentes para sus intenciones,  como Sinfonía antártica y Sinfonía marina . Pero al comprobar el primor de la obra que nos ocupa, seguramente no pudo sustraerse a su arrebatadora belleza y a ese lirismo trágico que rezuma, y fue la que eligió. Pero es sólo  una simple elucubración mía. Es una ...

Adagio: Idilio de Sigfrido

Imagen
  Gustav Klimt - Idilio Se ha escrito tanto y es tan famoso Richard Wagner (1813-1833), que es ocioso presentarlo. Te muestro una de sus escasas incursiones sinfónicas. A pesar del título, no la busques inserta en ninguna de sus óperas, ni siquiera en las del ciclo de El anillo del Nibelungo . Su génesis fue romántica. Y su título, posterior. Era Wagner lo que hoy llamaríamos un macho alfa. Tuvo que poseer una personalidad apabullante y arrolladora, hasta el punto de poder anular la autoestima de personalidades singulares, como fue la del gran director de orquesta Hans von Bulow. Este fue alumno del gran compositor Liszt, y fruto de ello, y de la relación musical con su hija Cosima, surgió su matrimonio con ella. Probablemente más debido a una atracción y admiración por parte de ella que a un enamoramiento propiamente dicho. Si a ello le sumamos la estrecha relación que el matrimonio y el propio Liszt mantuvieron con Wagner, pues de esos polvos, estos lodos. ¿O quizá al revé...