EL MONSTRUO Y LA DONCELLA...y el bufón
Me maravilla cada día más la capacidad intelectual de nuestros políticos, aunque no sé si en directa proporcionalidad con mi ingenuidad, que me permite en muchas ocasiones catalogarlos como personajes esperanzadores en el cenagal en que está sumido la carrera política actual. Así, Garzón, cuando surgió de entre las filas de la izquierda más izquierda, me pareció un tipo interesante, razonador y buen orador. Hasta que se dejó fagocitar por esos otros elementos, que más que de muy de izquierdas, parece que son de izquierda más bien extrema. Y después de balbucear y humillarse, por fin le regalaron un diminuto pedestal desde el que vender sus obsoletas y rancias proclamas, populistas e irreflexivas, a las que de vez en cuando se deja arrastrar en pueril complacencia. He leído hoy su tweet en el que se enorgullece de ir a tumbar la propuesta reaccionaria, populista y oportunista sobre la prisión permanente revisable, que él denomina cadena perpetua, por ir en contra, según su...