LA CUADRATURA DEL CIRCULO
Lo curioso está en que, aunque nací en Ronda, tengo ascendencia Navarra por mi abuelo paterno, de ahí este apellido simple pero extraño que nadie que no lo conozca es capaz de escribir correctamente. La guerra civil, con el fusilamiento de mi abuelo, provocó la pérdida de contacto con esta tierra y nuestra familia allí. Nunca la había visitado…, hasta este verano. Y dónde pararía, era lo único que tenía claro desde siempre: en el famoso, aunque humilde, Hotel Yoldi. Fue gracioso, al llegar, que al conserje le llamara la atención y se riera con la coincidencia, sobre todo percatándose de mi pronunciado acento “norteño”. Todo era Yoldi a mi alrededor: toallas, posavasos, indicadores: el Disneyland Yoldi.
Yo ya sabía, por tertulias con navarros, que éste era un hotel taurino, por su proximidad a la plaza de toros. Y me llamó la atención la placa de la entrada. Hemingway se hizo amigo del torero rondeño Cayetano Ordoñez,el niño de la palma, Y se hizo más amigo aún de su hijo, Antonio Ordoñez, creador de las famosas corridas goyescas rondeñas, celebradas en la feria en honor a Pedro Romero. ¿Y dónde se conocieron? Pues aquí, en el Hotel Yoldi.
Es mi humilde conexión con la fama, eso sí, de forma muy tangencial.
Como curiosidad final, os diré que en “Fiesta”, el torero Pedro Romero, que no debe ser sino la ideación de Cayetano, tiene que torear al toro que provoca la única muerte en los encierros de la novela: su nombre, Bocanegra.
Ole
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