EL REICHSTAG DE ERDOGAN
Fue de alucine ver el debate de
"24 horas" anoche. Aunque la alucinación viene más bien de
anteanoche. El caso es que uno se va acostumbrando con cierto grado de desidia
a lo que pasa en el mundo. Todo es atentados, masacres, corrupción, etc... Así
que escuchar una nueva noticia que podría ser alarmante, realmente es que ni te
inmuta. Ahora toca golpe de estado en Turquía. Y uno se desconcierta dentro del
sopor, porque es llamativo que en un país tan sometido a violencia, se produzca
uno tan, digamos, inocuo, y, a diferencia de los últimos cinco en el último
medio siglo, fracase tan pronto y sin derramamiento excesivo de sangre. Ves
imágenes que bien podrías confundir con las lamentables del postatentado en
Niza, hasta que te percatas que son tanques ,los cuales son detenidos por unos
cuantos manifestantes vociferando y agitando banderas, sin más disturbios.
Rápidamente sale Erdogan en la tele y sofoca sin despeinarse todo un golpe de
estado, promovido desde dentro de uno de los ejércitos más poderosos del mundo.
También llama la atención que, desde un principio, ya hay cientos de militares
de alto rango detenidos, cientos de jueces en todo el país destituidos o
detenidos. Y tu perplejidad aumenta cuando acusa a un antiguo imán y socio
exiliado, Gülun, de promover desde dicho exilio el golpe, a través de una de
las instituciones reducto del laicismo, el ejército. Entonces te acuerdas que
Erdogan es islamista moderado, y todo este batiburrillo de suníes, chiíes,
salafismo, yihadismo, se te viene a la cabeza y no te enteras de nada. Te
dices: bueno, a dormir, a ver qué dicen mañana.
Y todas tus dudas te la recomponen en el debate, y empiezas a ver todo muy extraño. En un mundo invadido por wikileaks, mentiras destapadas, armas de destrucción masiva inexistentes, ¿por qué no dudar de lo aparente? Se hace uno, la verdad, desconfiado y paranoico.
Yendo por partes, me acuerdo cuando lees las causas de la guerra civil española, que mencionaban que tener un ejército grande y desocupado era un cultivo ideal para que militares aburridos urdieran planes maquiavélicos. Pero lo cierto es que el turco está bien ocupado en los diferentes frentes abiertos, como para estar preocupados en exceso de la política general de estado.
Luego, que un islamista moderado promueva un golpe de estado a través de una institución totalmente laicista, raro también.
La rapidez con que se detecta a los elementos perniciosos, también huele mal.
Que además se trate de un golpe tan jodidamente mal urdido, sin que supieran, al parecer, los golpistas dónde se encontraba Erdogan.....
Hoy veo imágenes de un avión raseando Estambul, de un lanzamisiles descargando munición, de unos cuantos estallidos alrededor de la residencia del presidente sin acercarse mínimamente a su objetivo (son más certeros los palestinos con sus morteros caseros), la gente agolpándose alrededor de los tanques ante las impávidas miradas de los militares, en zonas que, por hacer un símil, nos haría pensar en un Tejero tomando la Puerta del Sol o, mejor aún, el botellódromo de Granada, o esas fuerzas especiales entrando en la residencia del presidente, con pinta de despistados e incluso mirando a las cámaras de seguridad...
Podría inspirar a risa si no fuera porque ha habido muertos. Y porque inmediatamente han sacado a la palestra el debate de la instauración de la pena de muerte en Turquía. No sé a vosotros, pero para mí, y para algún tertulio del debate que referí, esto suena más a conspiración que a golpe de estado. Una provocación desde dentro que justifique purgas en el ejército laicista, en la judicatura turca, al parecer proclive a su rival Gülun, y a una escalada en el poder de Erdogan, para anteponerse a los dictados democráticos. Todas las potencias occidentales manifestaron en su principio el rechazo al golpe; ahora solo leves reticencias a un posible proceso autocrático. Y es que es un socio necesario para vigilar las fronteras con los bárbaros, como en el decadente y postrero imperio romano.
Pero a lo que más se parece es a un hecho de 1933, que sirvió de chupinazo para la extinción de la democracia en Alemania y para el alzamiento de la dictadura de uno de los personajes más tenebrosos de la historia: Hitler. Me refiero al incendio del Reichstag. Espero equivocarme, pero puede ser una vuelta de tuerca más en este loco mundo musulmán que tan trágicamente nos está afectando
Y todas tus dudas te la recomponen en el debate, y empiezas a ver todo muy extraño. En un mundo invadido por wikileaks, mentiras destapadas, armas de destrucción masiva inexistentes, ¿por qué no dudar de lo aparente? Se hace uno, la verdad, desconfiado y paranoico.
Yendo por partes, me acuerdo cuando lees las causas de la guerra civil española, que mencionaban que tener un ejército grande y desocupado era un cultivo ideal para que militares aburridos urdieran planes maquiavélicos. Pero lo cierto es que el turco está bien ocupado en los diferentes frentes abiertos, como para estar preocupados en exceso de la política general de estado.
Luego, que un islamista moderado promueva un golpe de estado a través de una institución totalmente laicista, raro también.
La rapidez con que se detecta a los elementos perniciosos, también huele mal.
Que además se trate de un golpe tan jodidamente mal urdido, sin que supieran, al parecer, los golpistas dónde se encontraba Erdogan.....
Hoy veo imágenes de un avión raseando Estambul, de un lanzamisiles descargando munición, de unos cuantos estallidos alrededor de la residencia del presidente sin acercarse mínimamente a su objetivo (son más certeros los palestinos con sus morteros caseros), la gente agolpándose alrededor de los tanques ante las impávidas miradas de los militares, en zonas que, por hacer un símil, nos haría pensar en un Tejero tomando la Puerta del Sol o, mejor aún, el botellódromo de Granada, o esas fuerzas especiales entrando en la residencia del presidente, con pinta de despistados e incluso mirando a las cámaras de seguridad...
Podría inspirar a risa si no fuera porque ha habido muertos. Y porque inmediatamente han sacado a la palestra el debate de la instauración de la pena de muerte en Turquía. No sé a vosotros, pero para mí, y para algún tertulio del debate que referí, esto suena más a conspiración que a golpe de estado. Una provocación desde dentro que justifique purgas en el ejército laicista, en la judicatura turca, al parecer proclive a su rival Gülun, y a una escalada en el poder de Erdogan, para anteponerse a los dictados democráticos. Todas las potencias occidentales manifestaron en su principio el rechazo al golpe; ahora solo leves reticencias a un posible proceso autocrático. Y es que es un socio necesario para vigilar las fronteras con los bárbaros, como en el decadente y postrero imperio romano.
Pero a lo que más se parece es a un hecho de 1933, que sirvió de chupinazo para la extinción de la democracia en Alemania y para el alzamiento de la dictadura de uno de los personajes más tenebrosos de la historia: Hitler. Me refiero al incendio del Reichstag. Espero equivocarme, pero puede ser una vuelta de tuerca más en este loco mundo musulmán que tan trágicamente nos está afectando
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