Letrilla 2022




Como el año pasado escribí una letrilla jocosa sobre acontecimientos mundanos del momento,  con el estribillo de un refrán acomodado,  este año lo voy a ir completando mensualmente,  así que esta será una página dinámica, añadiendo una octava liberal cada mes. 


No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay dios que ayude. 


Compuesto y sin novia arrea,

más bien que casado,  iluso, 

por tirar de la cadena ayuso

toda la bigarda brea

que la tierra le agosta Egea.

Si gracia para ganar

no ha, ¿a qué aspira el fulano

si a la victoria no acude?

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay dios que ayude.


No es César ni Bonaparte,

pero tiene igual locura,

con que su ambición procura

clavar un rojo estandarte

de bombas y mano dura,

para así a Ucrania amargar

un libre porvenir diáfano

sin más zar que la atalude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay dios que ayude.


Muestra ser gran estratega

nuestro caro presidente,

pues si por amor constante

a Argelia en Ceuta despliega

cálido asilo a migrante,

luego haranos bien pagar

el gas, mientras él ufano

del Sáhara el poder mude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay dios que ayude.


Vómito ígneo que aterra,

crueles curvas de pandemia,

el gas a la luz apremia,

atroz en Ucrania guerra,

como plaga llueve tierra,

A Dios habrá que rogar

que cese el gobierno insano

con que este gafe sacude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay Dios que ayude.


Si el niño no se motiva,

evita pronto la mofa,

la escuela no filosofa

porque ya es más efectiva

álgebra socioafectiva,

sin esfuerzo en clase holgar

y ser bachiller profano

que hasta el vil suspenso elude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay Dios que ayude.


Mal está nuestro espionaje,

pues si maleantes acaso

siguen, métenle pegaso

en la red, y antes que cuaje

van y destapan el caso.

La volvemos a cagar

mientra el vecino africano

con igual nos da cum laude,

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay Dios que ayude.


Es la rancia derechona

la que evacua de poltrona

a la defensora de ultrajes,

cuando los simples pelajes

del marido, la corona

Oltra harta es de mancillar

para esperar que decano,

con la ley, sí o no, la endeude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay Dios que ayude.


Si en tren quieres rapidito

viajar rumbo a Extremadura,

que Renfe la caradura

-no Ave, sino periquito-

te venda en borriquito

tique, o, para no mirar,

los ojos, y de antemano

no desentrañes el fraude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay Dios que ayude.


Ya que la vida han hurtado

a eterna reina de ingleses,

su hijo recoja las mieses

y raudo sea coronado,

pues nombre de degollado

tiene, no vaya a palmar,

que ya era príncipe anciano,

y sin trono Camila enviude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay Dios que ayude.


No sé si también irán,

como a Estados Unidos,

luchando y a comprar vestidos,

a arrancar velos a Irán

los pimpollos fementidos,

no vayan a molestar

quien plata les puso en mano,

¡que jeta no les demude!

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay Dios que ayude.


No hay pena de sedición,

sin castigo no hay delito.

¿No pensó ningún bendito

que tan simple decisión

cesa el crimen y el proscrito?

No expíe matar, robar,

no habrá asesino o villano,

sí muerto y hurtado quien dude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay Dios que ayude.


Para encarcelar canallas,

pederastas, violadores,

a Montero no le implores,

porque en la calle los hallas

en dos horas, y echa flores

a su arte de legislar:

la sintaxis le da un rábano,

judicial machismo alude.

No por mucho madrugar

amanece más temprano,

y además no hay dios que ayude. 


Fin

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