PERIGEO
Luna llena, invisible son los hilos que manejas... O tal vez
es a ti a quién manejan ahora. Todas las noches das la cara, aunque de las
trescientas sesenta que tienes siempre es la misma la que muestras. Y te
enciendes o te ruborizas encima nuestra. O paseamos a tu socaire, como una
calabaza burlona o un rescoldo redondo que nos aísla del oscuro infinito. Pero
no te prestamos atención, hasta que en el telediario nos avisan que, por tu
perigeo, engordas y te inflas como grávida vaporosa, y que tamaño semejante en
lustros no alcanzas. Pero yo te mido con
ojos acólitos y ni pi ni el arco perfecto circunferenciante muestran
distinta sonrisa plenilúnica en tu sideral semblante. Quizás más cercana te
veríamos si te acompañaras de una gemela más huraña. Pero apenas es un susurro
de mareas lo que te acercas. Aun así, atentos nos tienes y de continuo te
retratamos. Y seguro habrá más de alguno sugestionado conque efectivamente de
esta vez no pasa que te nos caigas encima.
Todotu blog, maravilloso. Se lee con placer e interés. Felicidades. Un fuerte abrazo.
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