Fuga de Youtúberes
Estaba dubitativo acerca de sobre
qué tema podría escribir, pero mi hijo pequeño, adolescente, me ha sugerido un
tema. Me ha enviado un video de un youtuber
entrevistado en televisión por Susana Griso en torno a la fuga de talentos
del novedoso medio a otros países, no para evadir impuestos, sino para pagar
menos en otro estado.
Al menos el problema suscitado
tiene un punto positivo: hace pensar a la chavalería de hoy día. Tanto a los
que se van abriendo camino profesionalmente como a la caterva de seguidores que
van detrás de sus movimientos y opiniones. Como es de esperar, en estos
asuntos, como en cualquier otro, siempre se intenta dirimir la cuestión entre
polos opuestos, positivo o negativo, blanco o negro. Pero como hace muy bien el
youtuber entrevistado, él intenta
llevar la cuestión hacia el mundo de los matices.
El problema se genera porque el
chaval famoso, causa de la polémica, ha pasado del estatus de adolescente
gorrón al de exitoso personaje, acompañado de un emolumento apreciable, lo que
le ha permitido conocer lo que ya muchos de nosotros sabíamos, que cuando ganas
dinero hay que soltar una pasta gansa en impuestos. Como él ha triunfado, el escándalo
a sus ojos ha sido mayúsculo. El resto de los curritos no nos damos cuenta
porque erramos adormilados en esta vida, y nos hemos acostumbrado, gracias a
las onerosas retenciones que nos practican las empresas por nuestro bien, incluidas las públicas, para
hacer más llevadera la tributación de impuestos, a cifrar nuestro sueldo en
base al dinero neto que recibimos. Pero si examinamos bien nuestras nóminas nos
damos cuenta de la considerable cantidad de dinero que depositamos en las arcas
públicas.
Como principio general, no veo
bien el que la gente modifique su domicilio fiscal a otro país para tributar en
el nuestro menos. Es como decirnos que los demás no lo hacemos porque somos
tontos, como si no supiéramos nosotros del secreto del trasunto. Pero demonizar
al muchacho, sobre todo, precisamente, elementos que, lejos de contribuir al
sistema, no hacen más que aprovecharse de los recovecos o privilegios del mismo
para no dar palo al agua, gente que, si de ellos dependiera la economía del
país, ésta sería un agujero más negro que el de la capa de ozono, del que poco
se habla últimamente, no deja de ser un triste sarcasmo. Porque el youtuber tiene razón al decir que los
que contribuimos no tenemos ni la más mínima opción de opinar sobre en qué
queremos que se emplee ese dinero. Unos argüirán que para eso votas a un
partido, pero es más cierto aún que éstos se han situado en una posición de
monopolio de las decisiones de tal forma que, por mucho que una persona, ahora
mismo, quisiera hacer carrera política para llegar al poder y poder revertir
esta situación, no se lo permitirían. Es lo que tiene la perpetuación del
régimen político, aunque sea el democrático: nos acomodamos y pensamos que,
como el giro o la traslación de la Tierra, la economía y la dinámica del país
van solas, en un movimiento inmutable. No hay más que montarse en el centro de
mando y hacer y deshacer lo que a uno le apetece, que, como una consola conectada
a la red, el juego nunca va a detenerse. Eso provoca que no nos preocupemos por
problemas generales y que permitamos que los que hacen carrera política sean en
su mayoría unos mediocres cuya única aspiración sea medrar en un partido
político para ganar un buen sueldo y, lo que es peor, una buena pensión vitalicia.
Por tanto, una vez que llegan a lo más alto no van a permitir que el sistema
falle. Si a eso unimos, debido a su mediocridad, que puedan desarrollar
pensamientos tan profundos como “que el dinero público no es de nadie”, pues
nada, a derrochar el dinero en paguitas, pensiones, cursos ineficaces, oenegés y
sociedades descoordinadas o mendaces, y un largo etcétera de trapisondas.
Cuando no es que directamente el dinero desaparece.
Alguien ya estará rebatiendo
mentalmente lo de paguitas y pensiones. Es cierto que es positivo un buen
sistema de cobertura social, pero el abuso del mismo es bien manifiesto. Bien
haría la administración en dotarse de un buen sistema de inspectores y
funcionarios eficaces que controlara la gestión adecuada de todos los fondos
que se entregan a cambio de unos requisitos grotescos y sin una comprobación de
su eficacia y correcto uso. Pero es que no veo a ninguno de estos políticos que
critican tan aceradamente al youtuber hacer
lo propio alguna vez con el típico pedigüeño que en su vida ha dado un palo al agua
y que, y es lo peor, no piensa darlo. Los malos siempre somos los millonetis
que nos excedemos en nuestras ganancias y nos vemos obligados a tributar. A lo
de ser malos hemos de añadir que somos inferiores en número, con lo cual nunca
vamos a poder influir efectivamente en la toma de decisiones. Pero es una
cuestión que no debería depender de la fuerza numérica de los tributantes, sino
de una correcta, justa y cabal administración del dinero que entregamos a la
sociedad. Estos señores, en cuanto acceden al poder, olvidan aquello de que el
estado está al servicio de la gente y no la gente al servicio del estado, y
creen que ese dinero es un regalo llovido del cielo dispuesto para realizar los
más utópicos sueños de su adolescencia.
Como muestra de la catadura
mental y gestora de nuestros dirigentes, me he acordado de otro pequeño video
exhibido hace una semana en el canal Antena 3. Dicho canal, como otras
iniciativas parecidas, ha creado una plataforma para abogar por un aumento del
presupuesto estatal en investigación y ciencia, y en las imágenes aparecen
presentando dicha iniciativa al ministro aeroespacial de ciencia. Y éste no
tiene otra cosa que decirles que está muy contento con lo que le piden, a ver
si eso sirve para dar un empuje a la ciencia en nuestro país. Pero so berzas,
¿no eres tú el ministro, el que detenta el poder, el que tiene capacidad
ejecutiva?¿a qué te tienen que venir a pedírtelo, si eres ministro de ciencia y
tendrías que estar remando en ello desde que te dieron la cartera? No sé, mi
lado negacionista no es muy fuerte y siempre lo enfoqué hacia mi incredulidad
de que el hombre llegara a pisar la luna en el siglo pasado. Pero definitivamente,
si he de creer que éste ha subido al espacio, duro me pone el enmendar mis
dudas acerca de la hazaña de Armstrong.
En fin, que sí, que pienso que es
insolidario el trasladar tu domicilio fiscal. Pero, y como querían afear la
cuestión los entrevistadores, ante el conato de comprensión corporativista del
entrevistado hacia su colega, ¿qué es antes, el huevo o la gallina?¿no hay nada
acerca de hacer una mejor gestión de los recursos públicos? Porque este chaval
sólo mira cómo le birlan la pasta gansa, pero los sufridores habituales que
pagamos impuestos, como debe ser, y vemos que además de hacerlo también pagamos
las guarderías infantiles, nuestros hijos reciben difícilmente una beca, te vas
a la cola en acceso a colegios cercanos a tu domicilio, y un largo etcétera,
mientras tenemos que aguantar noticias de exposiciones fotográficas coñiles
para la visibilidad de la mujer, estamos hartos de que persistan los políticos
en esa gestión ruinosa, descabalada y hasta ofensiva de nuestro erario, sin que
se sometan siquiera a un rendimiento legal de cuentas. Estaría bien por parte de los políticos dar el primer paso y que nos hagan sentir satisfechos a todos los contribuyentes del dinero que depositamos en la sociedad, con lo que habría menos emigrantes económicos y menos fraude fiscal.
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