David "Shadow Captain" Crosby


 Siempre recordaré con la bisoña timidez de chaval de bozo incipiente y desgarbada hechura, mi graduación de tipo guay y de estar en la onda, en la destartalada y vetusta buhardilla granadina de mis primos, con sabor a guateque hippie. Sonaba como auténtica vanguardia y sones de militante camadería ese LP que dio en llamarse Deja vù, en un tocadiscos portátil , cuya acústica promisoria no nos hacia sospechar audición más deleitosa que esa.

Cuatro voces de angelicales armonías aspereadas por ácidos guitarreos folk y country. Desde entonces Crosby, Still, Nash y Young fueron alzados a los altares de mi melomanía.  Unas voces sorprendentes que hasta dulcificaban la nasal estridencia de Young y  simulaban afinarla: eran el mesurado desgarro rockero de Stills, la aristócrata afabilidad de Nash y el sopranista y undoso trino de Crosby, que brotaba como un manso arroyo de finos cristales estremecidos.
Este afable cantante de tumultuosa vida, de excesos y esclavitudes tóxicas, supo sobreponerse y que así surgiera el ángel de su voz para adornar las más plácidas y quietosas melodías.
Después de tantos años de rendición de mis oídos a su excelsitud canora, me he decidido por esta versión poco conocida de la canción The Lee Shore, que hace mención a la peligrosa costa de sotavento,  en que una galerna fácilmente puede arrojarte al abrigo costero trocado en tumba. Sería por eso que el mar estuvo tan presente en sus canciones,  bogando mar adentro como un Pequod hacia el peligro insondable de la creación artística, donde tan fructíferamente hubo de navegar.
Te traigo mi discreta traducción.



Wheel gull spin and glide
You've got no place to hide
It's 'cause you don't need one

Gaviota, gira tu timón y planea,
no tienes dónde ocultarte
porque sencillamente no lo necesitas.

All along the Lee Shore
Shells lie scattered in the sand
Winking up like shining eyes at me
From the sea

A lo largo de la costa de sotavento
las conchas yacen esparcidas en la arena
guiñándome como fulgentes ojos
desde la mar.

Here is one like sunrise
Older than you know
It's still lying there, where some careless wave
Forgot it long ago

Aquí una luce como aurora
más antigua de lo que sospechas,
depositada desde que una descuidada ola
la olvidó mucho tiempo atrás.

When I awoke this morning
Dove beneath my floating home
Down below her graceful side in the turning tide
To watch the sea fish roam.

Cuando desperté esta mañana
una paloma surcó los bajos de mi casa flotante
reflejando su grácil aspecto en la marea cambiante
para ver a los peces en la mar vagar.

And there I heard a story
From the sailors of the Sandra Marie
There's another island eight days' run away from here
And it's empty and free

Y fue entonces que escuché una historia
de los marinos del Sandra Marie.
Hay una isla a ochos días de navegación
y es yerma y libre.

From here to Venezuela
There's nothing more to see
Than a hundred thousand islands flung like jewels upon the sea
For you and me

De aquí a Venezuela
no hay más que ver
que cien mil islas dispersas
como joyas en la mar
para nosotros dos.

Sunset smells of dinner
Women are calling at me to end my tales
But perhaps I'll see you the next quiet place
I furl my sails

El ágape aromatiza el crepúsculo.
Las mujeres me demandan finalizar mis cuentos,
pero quizá te veré en una próxima y sosegada parada.
Recojo mis velas.

Ahora ha recogido definitivamente sus velas, con su apagada voz que las insuflaba, y se arrastra hacia el cobijo peligroso de la alta mar en que ningún viento nos lo vuelva a encallar en los riscos de nuestra cruel costa de sotavento, donde anidan los gorjeos eternos de su cantar,  y como peligrosos ecos de recónditas sirenas,  en su pos algún día arrastrará nuestra barca, ahora que ya es un verdadero sombrío capitán.
Descansa en paz.

 

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Nuestro azaroso viaje ha terminado;

El barco capeó los temporales, el premio que buscamos se ha ganado;

Cerca está el puerto, ya oigo las campanas, todo el mundo se muestra alborozado,

la firme quilla siguen con sus ojos, el adusto velero tan audaz.

 

Pero, ¡Oh, corazón! ¡Corazón! ¡Corazón!

Oh, se derraman gotas rojas

en la cubierta donde yace mi Capitán

caído, frío y muerto.

 

¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! Levántate y escucha las campanas;

levántate —por ti la enseña ondea— por ti suena el clarín;

por ti son las guirnaldas y festones —por ti se apiñan gentes en la orilla;

por ti claman, la inquieta masa a ti se vuelve ansiosa.

 

¡Escucha, Capitán! ¡Querido padre!

Te pongo el brazo bajo la cabeza;

Un sueño debe ser que en la cubierta

hayas caído frío y muerto.

 

Mi Capitán no contesta, están sus labios pálidos e inertes;

Mi padre no es consciente de mi brazo, no tiene pulso ya ni voluntad.

El barco sano y salvo ha echado el ancla, el periplo por fin ha concluido;

del azaroso viaje, el barco victorioso regresa logrado el objetivo.

 

¡Exultad, oh, costas!, y ¡sonad, oh, campanas!

Mas yo, con paso fúnebre recorro

la cubierta donde yace mi Capitán

caído, frío y muerto

Walt Whitman

Comentarios

Entradas populares de este blog

Letrilla 2024

Navidad barroca: Magnificat

Magnificat protestante

Las Puertas del Delirio: El Olvido y la Canción

CALLE ALCALDE YOLDI BEREAU

Las puertas del delirio: El Miedo

Navidad barroca: ADVIENTO

Adagio: Adagietto de Mahler

La Catrina

Adagio: Clara y Robert