AMOR EN TIEMPOS DE POSGUERRA
No
tratéis de averiguar a qué película pertenece el fotograma. Ellos
mismos no sabían que se trataba de una película, y menos que ésta
aún no ha acabado. Es la película de mi vida. Ellos aún no lo
sabían. Andaban en la frescura e inocencia del flirteo. El la poseía
con ese aire de galán, al que ella gustaba referirse como mi Clark
Gable "pero guapo". Ella le sonreía con esa dicha
imperecedera y tersa de la tierna enamorada. No importaban los
tiempos, crudos y desolados de la posguerra, con esa estampa de cine
de realismo español, con sus soldados de paseo en busca de lo que
entonces se llamaban criadas; sus coches de época, que entonces no
lo eran, sino que conformaban la audacia de los tiempos modernos.
Ambos al paso, ella con el porte de una Bergman ibera, como si de un
plano secuencia se tratara, sus miradas enlazadas barruntando los
besos que darían sentido y evidencia a mi existencia.
Si yo fuera un poeta
galante, cantaría
a vuestros ojos un cantar tan puro
como en el mármol blanco el agua limpia.
Y en una estrofa de agua
todo el cantar sería:
«Ya sé que no responden a mis ojos,
que ven y no preguntan cuando miran,
los vuestros claros, vuestros ojos tienen
la buena luz tranquila,
la buena luz del mundo en flor, que he visto
desde los brazos de mi madre un día».
Si yo fuera un poeta
galante, cantaría
a vuestros ojos un cantar tan puro
como en el mármol blanco el agua limpia.
Y en una estrofa de agua
todo el cantar sería:
«Ya sé que no responden a mis ojos,
que ven y no preguntan cuando miran,
los vuestros claros, vuestros ojos tienen
la buena luz tranquila,
la buena luz del mundo en flor, que he visto
desde los brazos de mi madre un día».
Antonio Machado
Una furtiva lagrima
Pavarotti - Levine - The Metropolitan Opera
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