SAN PEDRO Y SAN PABLO (...2...)
Sin embargo, si uno se vuelve, se da de bruces, sin solución de continuidad, con un edificio sobrio, espigado, de formas poco ostentosas, y que sin embargo alardea de un remate dorado que alcanza los 123 metros de altura. Es la catedral homónima de la fortaleza, la primera iglesia de piedra erigida en San Petersburgo. No deja de tener su mérito, pues Pedro, dotado, como todos los personajes insignes y megalómanos, de la capacidad de atender y satisfacer plenamente todos sus caprichos, montó una especie de carrera entre los nobles y personajes de la corte para ver quien construía cuanto antes su palacio en la nueva capital, para lo cual ordenó que sólo en San Petersburgo estuviera permitida la construcción con piedras. De esta manera, en tan sólo diez años, la ciudad pasó a tener 34.500 edificios
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