NAVIDAD
Natividad - Tiepolo |
Ya entrado en la cincuentena, Johann Sebastian Bach escribió una serie de obras complejas para celebrar las más importantes fiestas del cristianismo: La Pascua, la Ascensión y la Navidad. Todas las obras fueron denominadas como oratorios, pero lo fueron de una manera particular y heterodoxa, pues el que nos ocupa, de Navidad, consiste en realidad en una compilación de 6 cantatas ideadas para ser tocadas en conjunto pero en distintas fechas correlativas, todas relacionadas con días importantes de la Navidad.
Su ejemplo lo tomó de otro
compositor previo, Dieterich Buxtehude, que se reconocía danés, aunque hay
dudas acerca de si nació en Helsingborg, en Suecia, en el punto más cercano a
la actual Dinamarca, o en Oldesloe, en el actual estado alemán de Schleswig-Holstein,
pero que en aquel entonces ambas pertenecían a la corona danesa.
No obstante, donde desarrolló su
actividad principalmente, durante unos 40 años, fue en la localidad germana de
Lübeck, cercana a la melómana Hamburgo, en su Marienkirche. El accedió al puesto de organista a la muerte de su
predecesor, Franz Tunder, habiendo cumplido con la obligación gremial previa de
casarse con una de sus hijas, para así asegurar su posición. Tunder ya había
casado previamente otra hija con quien le sucedió como kantor de la iglesia. Pero a pesar de ser un cargo inferior,
Buxtehude disfrutó del mejor salario de la institución, y fue protagonista en
determinados cambios en las tradiciones musicales de la parroquia,
estableciendo unos conocidísimos conciertos en la época, llamados Abendmusik, porque se ejecutaban al
atardecer, y uno de los más famosos era el que realizaba en Adviento, en los
cinco días previos a la Navidad, interpretando una serie concatenada de
cantatas con hechos sucesivos de la Navidad.
Estos conciertos atrajeron en
1703 a Haendel y Mattheson, a los que se les propuso el contrato-trampa de
organista y desposorios, pero se ve que los tiempos iban cambiando y no
aceptaron. Bach visitó a Buxtehude en 1705 y pasó tres meses con él, de donde
se inspiraría para treinta años más tarde realizar su propio oratorio, a
semejanza del de Buxtehude, pero con otro diseño interpretativo.
No cayó tampoco Bach en la
tentación de los casorios, y sólo tres meses antes de su muerte, Buxtehude pudo
por fin descansar al encontrar sucesor y yerno para sus atribuciones en la Marienkirche.
Esta primera cantata de Bach
escenifica el nacimiento de Jesús, con textos literales y parafraseados por
Picander de extractos de los evangelios de Lucas y Mateo. De hecho, el primer
recitativo, a semejanza de sus pasiones, el personaje se identifica como
Evangelista. El texto de los corales son de Martín Lutero y Paul Gerhardt.
El coro inicial y el aria son los
momentos centrales de la obra, pero el más característico es el que tanto
precede como sigue al aria, que es una mezcla de recitativo por el bajo con una
típica coral luterana, encantadoramente vanguardista.
(Para verlo tocar "Ver en youtube" en el mensaje que sale)
Ya que hemos hablado de Buxtehude, aprovecho para mostrarte alguna música de él. Como te he dicho, su instrumento primordial, y por el que fue contratado, fue el órgano. Es el gran referente de la escuela germana de órgano, quizá la más importante junto a la española, como continuador de su principal creador, Franz Tunder, que le antecedió en el puesto, como ya te he referido. Como pequeño botón de muestra te voy a poner una versión para órgano de un famoso villancico de aquella época, In dulci jubilo, cuyo éxito continúa hasta nuestros días, habiendo encontrado hasta una versión del mismo Mike Oldfield.
Su origen se remonta al siglo XIV. Se cree que el texto lo escribió el místico alemán Enrique Susón allá por 1328, con la peculiaridad de redactarlo en un latín macarrónico, mezclado con el vernáculo alemán. Precisamente, macarrónico alude, primordialmente, a este uso de mezclar varias lenguas en el mismo texto, al modo que lo hace el personaje Salvatore en el libro, y su película homónima, El nombre de la rosa.
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